“AUNQUE NO SE
LEER EL ESTUDIO ES FUNDAMENTAL”
En el diario caminar
por el territorio de mi querido Bolívar, es sorprendente encontrarse con
una serie de situaciones adversas a
nuestra cotidianidad, pero me asombró muchísimo escuchar de labios de una persona “ANALFABETA”, como
lo es la señora CATALINA
CHIMBORAZO, una integrante de la gran
Familia Unidos que habita en los suelos prósperos del hermoso municipio de
Bolívar, una frase que quizá no esperé
escuchar de una campesina humilde y trabajadora y convencida de que la mejor
herencia que los hijos pueden obtener de
sus papás es el estudio. Por eso con mucho convencimiento en medio de una
conversación de campesinos, brota de sus labios la frase “ AUNQUE NO SE
LEER EL ESTUDIO ES FUNDAMENTAL”, es así
como poco a poco fue desnudando su pasado y contando con lujo de detalles su
existencia desde el momento en que la
vida le arrebató el tesoro más preciado
que un ser humano pueda tener, la MAMA,”pues
yo ese gran tesoro, lo perdí
cuando solo tenía 5 años y mi crianza estuvo al lado de mi abuela y una tía,
quienes me enseñaron a trabajar honradamente para sobrevivir en la vida, ellas
me enseñaron a trabajar, más nunca se interesaron por mandarme a estudiar, todo
era armonía, hasta tanto los bríos de la juventud no salían a flote, porque
cuando eso sucedió, todo empezó a cambiar en
mi tranquilidad. Fue así como pasó esa primera etapa de mi vida, una vez
quedé en embarazo de mi primera hija OLGA
la alegría de un rato, me puso en
una situación en la que debía tomar
decisiones trascendentales , o era aguantarme
la cantaleta de todos los días de mi tía, o era enfrentar
con la frente en alto mi situación y “tirarme al ruedo” a luchar y trabajar para sacar adelante a mis hijos,
porque eso era seguro que en algún
,momento me iba a olvidar de esta embarazosa
situación. Todo paso normal hasta que me encontré después de unos largos años
de no vernos con “Este” - refiriéndose a su Esposo EPIFANIO, que entró a hacer
parte de la conversación- “y sobre todo cuando mi primer niña terminó la
primaria en la escuela del Rodeo que por motivación de su profesor se le metió
en la cabeza de que algún día iba a ser profesora y por eso es que he dicho,
que a pesar de yo ser una Analfabeta, no
podía condenar a mis hijos a seguir siendo lo mismo”.
“Es así como un día
que me encontraba en la plaza de mercado
de Bolívar vendiendo guineos,
porque ese era mi oficio para sobrevivir, en conversación con una de mis
compañeras de faena, le comenté el sueño
de mi niña, y ella me dijo que fuera a hablar con la Rectora de la Normal, que
ella era muy buena y que podría ser que la recibiera, a pesar que ya habían pasado dos semanas de clase. La
rectora gustosamente aceptó y que ojalá
al otro día la niña ya estuviera estudiando; ese día llegué tarde a la casa, y
cuando encontré a “Este” todo bravo, pocas bolas le paré y más bien
me acosté más temprano que de costumbre porque al otro día tenía que
madrugar a traer a la niña que se había ido para la Carbonera a trabajar,
porque ella seguía con la idea de ser
profesora, y que para ello, durante este año, iría a ganar trabajando para en el próximo año seguir
estudiando, pues no fue necesario de que mi niña trabajara, porque “Este” a pesar
que no es el Papá, después de tanto refunfuñeo,
acepto que la niña estudiara, con la condición que el estudio sería para
todos los niños, acepté el reto y es así como mi hija se superó y en la actualidad ejerce el oficio que siempre quiso hacer y mis cinco hijos más también son bachilleres
a excepción de uno que no estudió porque no quiso más no porque se le hubiera
negado la oportunidad”.
Esta es una historia real de muchos de los campesinos
Bolivarenses que a pesar de las inclemencias y adversidades de la vida, nunca
dan el brazo a torcer, y por el contrario
se empeñan en superar las barreras
que a diario se les presentan.
A continuación haré una pequeña descripción de la
vivienda de los esposos Alvarado
Chimborazo.
En la casa no hay energía, no tienen batería sanitaria,
no tienen acueducto, las camas en las que duermen están construidas en
bases de adobe, no tienen puertas en la cocina.
A pesar de esto
dicen vivir felices, satisfechos de
haber luchado por brindarles a sus hijos, aunque sea el bachillerato, porque en adelante deben
ser ellos los que se superen, ejemplo de ello es su hija YASSMIN, quien
está haciendo un curso de sistemas.
POR:
JORGE RAMIRO BOLAÑOS
CGS
MUNICIPIO DE BOLIVAR

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